Visitar la Mezquita Hassan II en Casablanca (el segundo templo musulmán más grande del mundo, después de la Meca) es indispensable cuando uno va de vacaciones al país, es como ir a París y no visitar la Torre Eiffel, pero si os soy sincera poco tiene que ver con el resto de la ciudad y la vida de los marroquíes.
Un símbolo de ostentación. Eso fue lo que pensé cuando la vi por primera vez. Pero desde luego, sorprendente, por su altura (172 metros mide su minarete), su perfecta ubicación junto al mar, la enorme extensión de sus exteriores, con una gigantesca plaza, una zona de jardines y arcos que dan tregua al sofocante calor y un interior que pueda albergar a unas 25.000 personas, junto con las 100.000 más que pueden concentrarse en la explanada.
Según me comentó mi amiga Fátimazahra, la que me acompañó durante toda mi aventura marroquí, fue construida gracias a las donaciones de los ciudadanos de a pie, además de las generosas contribuciones externas, como la ofrecida por Abu Dhabi.
Su diseño, obra del francés Michel Pinseau, llama la atención por su trabajada estética y acabados pero también por su funcionalidad (un techo que se abre y que se cierra de forma automática, para dejar pasar el sol o impedir el paso de la lluvia, suelo con calefacción..) Si bien el rey Hassan II engargó su construcción en 1985, la Mezquita no se inauguró hasta el 30 de agosto de 1993 (Mi estancia coincidió con la celebración de los 20 años).
Visité la Mezquita dos veces, la primera después de un largo paseo desde la playa de Aïn Diab, y la segunda, cámara en mano para recorrer con calma cada uno de sus recovecos. Sin embargo y muy a mi pesar, no pude acceder a su interior al no ser musulmana. También es cierto que mi visita coincidió con el ramadán, pero me tuve que quedar con la curiosidad de verla por dentro.
Preciosas imágenes, Marruecos es uno de mis deberes pendientes, lo tengo a tiro de piedra y aún no me he decidido a cruzar el estrecho y conocer el país, algún día caerá 😀
Saludos!
Gracias! Pues te lo recomiendo, es un cambio cultural significativo!! Y con lo cerca que esta.. Merece la pena! Jeje
La mezquita por dentro es tan impresionante o más que por fuera