El Lago Bled es lo más conocido de Eslovenia, un paisaje que inspira cada año a miles de viajeros a conocer este pequeño país de la antigua Yugoslavia. Y no nos extraña, es imposible no maravillarse con Bled. Qué bonita sensación tuvimos cuando, tras cruzar la frontera italiana (entrando a Eslovenia por el norte), llegamos a esta preciosa región. Veníamos en coche y justo cuando tomamos la carretera que bordea el lago, allí lo vimos, bañado por la preciosa luz del atardecer… simplemente nos cautivó.
Teníamos el alojamiento muy cerquita del lago, a unos 5-10 minutos en coche, así que le dedicamos a esta zona de Eslovenia casi 2 días, bastante tiempo para nuestro corto pero intenso viaje (8 días). Una tarde entera decidimos pasarla nadando en el lago, era nuestro primer baño en un lago, los 5 (la familia andurriante al completo) nos estrenamos en la ardua labor de nadar en agua dulce! qué maravilla!!!! las orillas del lago estaban llenas de bañistas, entre ellos muchos locales, pero también algunos turistas (hasta nos cruzamos con algún español). La verdad es que viajar a Eslovenia en agosto fue un acierto total!
Las mejores vistas de Bled
El lago Bled es de origen glaciar y está custodiado por una montaña coronada por un castillo medieval. Las vistas desde el castillo son extraordinarias, y para disfrutar de ellas hay dos opciones:
1. Coger un pequeño sendero que comienza a la derecha de la entrada del castillo. Es muy cortito y es la opción gratuita, aunque las vistas son más limitadas, pues sólo se ve la mitad del lago, pero con la isla al fondo!
2. Entrar al castillo Blejski (8 euros cada adulto) y recorrer su interior, además de admirar sus -aquí sí- impresionantes vistas sobre el lago!
Por la zona del camping de Bled parten unos senderos que te llevan a lo alto de la colina, desde donde se ve el lago muy bonito también. Nosotros no lo hicimos por falta de tiempo, porque preferimos disfrutar el lago más a lo slow travel y darnos unos buenos baños. Pero si tienes oportunidad, hazlo también!
La única isla de Eslovenia
Pero además de nadar en sus aguas y divisarlo desde su imponente castillo, el lago Bled hay que navegarlo! Y para llegar a su pequeña isla -la única isla que hay en toda Eslovenia- tienes diversas opciones: en bote, kayak, a nado (nos encontramos con un grupo de españoles que habían ido nadando… tampoco es mucha distancia, no hace falta que seas un nadador experimentado) o cumpliendo con la tradición, a bordo de sus famosas pletnas. Este tipo de embarcación es fácilmente reconocible y tienen precios fijos -12 euros por persona ida y vuelta a la isla-, se dice que datan del siglo XVI y que la profesión de pletnarstvo es muy respetada e incluso ha ido pasando de generación en generación.
Una vez en la isla se puede disfrutar de unas vistas muy bonitas del lago, y desde otro ángulo! y también se puede subir a su Iglesia, aunque esto se debe pagar aparte. Nosotros no lo hicimos, pero Ricky sí subió en su blogtrip a Eslovenia del año pasado!
Las opciones de ocio en la zona son muy variadas: puedes alquilar una bici y recorrer la orilla del lago, o puedes optar por hacerlo a pie. Te recomiendo que lo hagas al atardecer, pues el paisaje es precioso.
Los alrededores del lago, con preciosos jardines, están plagados de restaurantes, con música en vivo. Y durante el verano se celebran interesantes festivales. Nosotros disfrutamos de un show de música y danzas africanas que estuvo genial y había mucho ambiente!
Aquí tienes el video de nuestro paso por Bled!
1 comentario en «Qué ver y hacer en Bled (en verano)»