México es de esos sitios que hay que conocer, pero no sólo una, sino varias veces en la vida (post 10 lugares que conocer antes de los 30) porque más allá de sus idílicas playas te enamorarás de su cultura, su pasión por la fiesta y la rumba (la cual comparto al 100%) y su increíble naturaleza.
Sin embargo, es un país muy muy grande y hay demasiadas cosas que ver y lugares que visitar. A lo largo de mi corta vida viajera, he tenido la suerte de estar dos veces en México, y aunque no soy una experta en el país te puedo recomendar la opción que a mi personalmente más me gustó, que fue la combinación Cancún-Guanajuato. Por qué?
En Cancún encontrarás el descanso y comodidades que siempre se buscan en un destino de este tipo: grandes resorts en los que tu pulserita te brinda la vida que mereces, llena de horas de hamaca, playa y piscina, cocktails y comida a granel… pero Cancún también es sinónimo de adrenalina y aventura (cenotes, tirolinas, lanchas a alta velocidad, lugares paradisíacos de ensueño donde practicar snorkel y otras actividades…)
Garrafón Park en Isla Mujeres
Cenote en Selvática Park
Pero este país es mucho muchísimo más que hoteles y playas. En Guanajuato encontrarás la verdadera esencia de México. El estado de Guanajuato en sí cuenta con preciosos pueblos mágicos. Sí, así los llaman, no es cosa mía… Son lugares llenos de encanto y misticismo, con interesantes leyendas. Nosotros pudimos conocer San Miguel de Allende, un precioso pueblo colonial, lleno de color y de vida, donde tuvimos la oportunidad de admirar su fantástica arquitectura, meternos en una botica a probar la bebida típica, hacer un tour por las cantinas (de lo mejorcito del viaje) y donde pasamos la prueba de fidelidad del dulce tumbagón (dicen que hay que morder el dulce por la mitad y si no se rompe, es que eres fiel… si se rompe… pues tú sabrás lo que has hecho jeje)
La plaza central de San Miguel de Allende
Parroquia de San Miguel Arcángel
Mercado local de artesanías donde probar el dulce típico, tumbagón
Cantina El Tenampa, del siglo XIX (en la foto: Jesús de Vero4Travel)
En San Miguel de Allende también nos montamos en cuatrimotor por la ciudad y nos adentramos por campo y lagos para llenarnos de barro hasta las cejas y sacar nuestro lado más loco y aventurero! Fue súper divertido!
De ahí marchamos hacia Dolores Hidalgo. Huir de los sitios turísticos te lleva a conocer lugares tan auténticos como éste. Sin duda, nuestro paso por este pequeño y singular pueblo fue una de las mejores experiencias del viaje! y creo que mis compañeros del #México4Travel estarán de acuerdo conmigo. Qué gente, qué amabilidad, qué gusto estar en Dolores Hidalgo! Probamos helados, como una especie de granizados, de sabores raros como cerveza, “cucaracha”, tequila… Comimos en diferentes puestos de la calle, poniendo a prueba nuestra tolerancia al picante, nos adentramos en el mercado local descubriendo el modo de vida de una gente que destaca por su humildad y su alegría… Charlamos con unos mariachis, visitamos iglesias y tiendas… y todo esto bajo una intensa lluvia que nos acompañó buena parte del día pero que ni de lejos nos estropeó esta vivencia tan única y especial.
Las cantinas son todo un must en tu viaje a México
El mercado local de Dolores Hidalgo
Unos mariachis medio cowboys muy peculiares
Pero nuestro camino de contrastes por México continuaba, y nos llevó en la recta final de nuestra aventura hacia Guanajuato ciudad. Y aunque habíamos estado buscando mucha información de la ciudad y viendo muchas fotos, lo cierto es que aún así nos sorprendió. Su mirador Pípila, su teatro Juárez, sus cientos de callejones llenos de color y de leyendas, su subsuelo por donde antaño discurría el río y por el que hoy circula el tráfico, su imponente universidad, su colorida catedral, sus plazas y espacios culturales… Sabéis qué? Me faltó tiempo, nos faltó tiempo para poder saborear con gusto esta ciudad, para perdernos sin prisas… Sus callejonadas, sus cantinas y discotecas y los peligros del mezcal -el de resacas lentas y dolorosas…jejeje- Sus minas, su curioso museo de momias, su ambiente, su gente, la fiesta, su elegancia, su esencia. Qué más razones necesitas para querer visitarlo? Nosotros tuvimos la suerte de hacerlo con la mejor guía, con un equipo excelente de profesionales, y con los mejores compañeros, los más pacientes y divertidos (gracias chicos!)
Callejones de Guanajuato
Teatro Juárez, una de las joyas de la ciudad
Desde lo alto de Guanajuato
Mirado Pípila
Las impresionantes galerías del subsuelo de Guanajuato
Mina San Ramón
Museo de las momias
El equipo #México4Travel
Pero como no basta sólo con contártelo, prefiero que lo veas:
Ay México lindo, cómo me gustas! Espero que nos veamos de nuevo pronto!
No niego que Cancún es un paraíso perfectamente montado para la diversión y el relax infinito, pero recorrer Guanajuanto y dejarte seducir por su gente, sus calles, mercados… eso no tiene comparación con nada! 🙂
Totalmente de acuerdo… ojalá hubiéramos tenido unos días más para haber podido conocer mejor la ciudad! 😉
Que un pueblo se llame Dolores Hidalgo me llega muy dentro. Con nombre y apellido, como debe ser 😉 Desde luego, os lo habéis pasado bomba, no cabe duda, dan ganas de ir tras vuestros pasos!
jajja siii la verdad es que fue un viaje increíble!!!
Ummm, tengo ganas de viajar a México, muchas ganas y creo que en Cancún no me pillan porque lo de la playa no es lo mío…Si le añades lo de Guanajuato es otro cantar…debe ser una maravilla de color, de vida y de arte colonial. Allí sí me iba ahora mismo.
Un abrazo.
Me han entrado ganas de ir a Guanajuato y sobre todo a Dolores Hidalgo. Lo inesperado suele ser lo mejor del viaje… hay que relajarse y disfrutar
Totalmente de acuerdo! es de esos sitios que te calan muy hondo! no tiene museos, ni famosas esculturas.. pero tiene mucha historia, muy buena gente y personalidad propia!