Viajar y vivir sin plástico es posible. Vale, no del todo, pero se pueden eliminar de tus viajes, y de tu día a día, los plásticos de un solo uso. El primer paso es renunciar a los desechables y/o buscar otras alternativas. Es fácil (sólo supone algunos cambios de hábitos) y extremadamente necesario (toda acción individual suma). Cuanto menos plástico se consuma, menos se tendrá que producir y reciclar.

Una marejada de cifras catastróficas
Cuando hace unos años empecé esta lucha individual contra el plástico me quedé impactada con las informaciones sobre la contaminación por plásticos. Te dejo por aquí algunas cifras que seguro que, como a mi, no te dejarán indiferente:
- Cada año se vierten al mar 8 toneladas de plástico
- Cada segundo, más de 200 kg de basura acaban en los mares y océanos
- La producción mundial de plásticos se ha disparado: de 2 millones de toneladas en 1950 a 400 millones de toneladas en 2015.
- Sólo el 9% de todo el plástico que se ha producido en el mundo hasta hoy, se ha reciclado, y sólo el 12% se ha incinerado.
- Los plásticos pueden tardar hasta 500 años en descomponerse. Y tarda mucho más en degradarse en el mar que en la tierra.
- Más de 700 especies marinas se ven amenazadas por la contaminación por plásticos.
- El plástico mata cada año a más de un millón de aves y más de 100.000 mamíferos marinos.
- Sólo en España se consumen 13 millones de pajitas de plástico desechable al día. Tenemos el récord de toda Europa por habitante y año.
- Europa es el segundo productor mundial de plástico, después de China.
¿Qué llevo en la mochila?
Tanto a la hora de hacer un viaje, como en tu día a día en casa, hay muchas cosas que puedes utilizar para evitar el consumo desmedido de plástico desechable. Aquí te dejo algunas de las que yo suelo utilizar:
Una botella de acero inoxidable, que podrás rellenar con agua, zumos o lo que quieras y llevarla en la mochila.

Un purificador de agua, que venga incorporado en el envase, o los troncos de carbón activo. Así podrás llenar tu botella de agua y purificarla, para garantizar que estás bebiendo agua filtrada y limpia.
Bolsa de tela. Son súper ligeras y prácticas, y dobladas puedes llevarlas en la mochila y ¡hasta en el bolsillo del pantalón!. Te sirve para llevar comida, para guardar tus compras y hasta puedes usarla como bolso. Las hay con diseños muy chulos y de tamaños variados.
Pajitas de bambú o de acero inoxidable. Las venden ya en todas partes y no son caras, y suelen venir en una funda, para que las lleves en el bolso o mochila sin problema. No te olvides de comprar también el cepillo limpiador. Y una cosa importante que casi se me olvida: siempre que pidas una bebida, recuerda decirle al camarero que te la sirva sin pajita.
Cubiertos de bambú. Es una comodidad viajar con tu propio tenedor o cuchara pequeños en la mochila. Lo del cuchillo es más complicado por seguridad. Yo los conseguí en Japón en un puesto por fuera de un templo en Kioto, que los vendía un señor mayor que los hacía de forma artesanal. No viajo ya sin ellos.
Eco-envoltorios. Son una alternativa al film transparente, al papel de aluminio y al plástico. Le sacarás mucho partido en casa pero también en los viajes. Podrás envolver en él tus frutos secos, tu fruta, tu bocadillo o sandwich, o cualquier alimento que necesites llevar contigo. Luego se lava y se vuelve a usar. Al estar elaborados con cera de abeja pegan bien y el alimento no se sale.
Gel y champú en pastilla o en botes de silicona. Usando gel y champú sólidos no sólo evitas el consumo de plástico, sino que además para los viajes es muy cómodo y no te ocupa espacio en la maleta y duran un montón, así que son ideales para los viajes largos. Otra opción es llevar botes de silicona rellenables.

Desodorante sólido. También ocupa poco y los puedes encontrar con diferentes aromas.
Peine de bambú. Es bastante resistente (las púas no se parten tan fácilmente como algunos de plástico). Yo tengo uno pequeño que llevo siempre en mi neceser de viaje.
Maquinillas de afeitar no desechables. Son más caras pero mejores, duran más y no contaminan. Conozco las de acero, no sé si habrá de otros materiales también.
Cepillo de dientes de bambú. Me lo regalon mis hermanas y fue un gran descubrimiento. Dije adiós a los cepillos de plástico.
Toallas desmaquillantes. En vez de usar toallitas desechables para desmaquillarte, puedes usar toallas de tela. Se lavan después de cada uso y quedan perfectas. Otra opción son los discos desmaquillantes de algodón 100%. Puedes hacerlos tú misma incluso si sabes tejer.
Un cenicero portátil. Lo ideal es que no fumes, por el daño que te ocasiona a ti y también al medio ambiente. Pero no podemos negar la realidad. Somos muchos lo que fumamos. Así que al menos no dejes tus colillas tiradas por ahí. El que yo tengo es llavero y puedo engancharlo a las llaves y así no se pierde y siempre lo tengo a mano.

Mecheros recargables. Puedes rellenar tus mecheros con gas en casa, para alargarles todo lo posible la vida útil. Sin embargo, cuando estás de viaje esta opción no es viable. Antes de mi reciente viaje a Asia una amiga me regaló una alternativa fabulosa: un mechero eléctrico que se recarga con USB (en casa o en el hotel, y también en la calle con una powebank).
Compra a granel en mercados
Ya sea en casa o de viaje, compra en mercados porque aparte de conseguir la fruta y verdura (u otros productos) de mejor calidad y frescos, puedes usar tus propias bolsas de tela. Los supermercados nos están inundando a plásticos. No es lógico que compres dos tomates y que vengan en una bandeja de plástico, envueltos en plástico transparente… Parece lógico, no?

Recoge siempre tu basura y, si puedes, la del vecino
Siempre que voy a una playa o salgo de pateo no sólo me llevo mi propia basura sino que también intento siempre recoger lo que veo a mi alrededor: colillas o alguna botella tirada… Si estás de senderismo o relajándote en algún rincón paradisíaco, hazlo, no cuesta nada.
Participa en limpiezas de playa
Si quieres viajar sin plástico, seguro que también te interesa sumarte a alguna limpieza de playa. Es un muy buen plan, además de interesante y entretenido, es participar en las limpiezas de playa que organizan colectivos ciudadanos u organizaciones ecologistas. Aunque también tienes la opción de reunir a un par de amigos para ir unas horas de limpieza a alguna zona del litoral. Si ya lo haces, ¡GRACIAS!

Mide tu huella ecológica
En mi viaje a Asia del verano pasado, me propuse minimizar todo lo posible mi huella ecológica. De ahí nació el #SinPlásticoSeViajaMejor. Tuve la suerte de contar con el respaldo de Iati Seguros, que ya venían trabajando el tema medioambiental con el hashtag #CompromisoIati, y que se sumaron sin dudarlo a mi aventura, para juntos poder mostrar que viajar sin plástico -o con menos plástico- es posible.
No pude prescindir de todo el plástico que me hubiera gustado. Hubo sitios en los que comí en platos de plástico o con cubiertos de plástico (antes de poder conseguir los míos de bambú) y también usé alguna bolsa de plástico. Quizás el mayor problema fue el agua, porque en aquel momento no tenía los filtros purificantes y me daba miedo rellenar mi botella en cualquier sitio.
Sea como fuere, lo importante es que vayas midiendo tu huella ecológica y que de cada experiencia seas capaz de detectar los problemas que te vas encontrando para en el próximo viaje estar preparado.
Inspiración en las redes
En mis redes sociales, sobre todo Instagram, puedes encontrar también muchas recomendaciones e inspiración para viajar sin plástico. Yo voy compartiendo todas estas cositas que te cuento en este post: productos que encuentro, noticias relacionadas con el plástico, etc. Puedes localizarlas con el hashtag #SinPlásticoSeViajaMejor. Puedes usarlos también para tus publicaciones y así entre todos podemos ir sensibilizando sobre el tema e informándonos más y mejor.
Mi compañera Carla, del blog La Maleta de Carla, es una luchadora activa contra el plástico. Ha publicado bastante sobre el tema. Aquí te dejo sus posts. Puedes encontrarla también en Instagram con el hashtag #ViajarSinPlástico.
¡No tires el plástico que ya tienes!
Si tienes cosas de plástico en casa y todavía las puedes usar (no están rotas o deterioradas) no las tires. Recuerda que no se trata de cambiar todo tu modo de vida de un día para otro y tirar por tirar. Ya que están ahí, utilízalas hasta que ya no den para más y entonces, en vez de comprar otro utensilio igual de plástico, opta por otros materiales.
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6 comentarios en «¿Cómo viajar -y vivir- sin plástico?»