Aunque os pueda parecer increíble, he vuelto a Marruecos, sí, sí, apenas dos meses después de venirme de Agadir, ya en breve creo que me darán hasta la nacionalidad! jejeje En esta ocasión ha sido una escapada de cuatro días (en vuelo directo con Binter desde Gran Canaria) a Marrakech, la ciudad que más me gustó el año pasado en mi aventura marroquí. Qué cambiada estaba, o quizás soy yo la que está cambiada (eso seguro). Pero de los 50 grados de agosto a los 14 que encontré ahora en diciembre, se nota un gran cambio. Igual de bulliciosa, con su particular ritmo y vida, pero más apta para los paseos.
Su centro neurálgico, la Plaza Jemaa el Fna, más transitada durante el día (sin el sofocante calor del verano), sigue ofreciendo a visitantes y locales espectáculos de todo tipo: serpientes, monos, oradores, pinturas de henna, lectura de cartas del tarot… y sus ya tradicionales puestos de deliciosos zumos de naranja a 40 céntimos de euro (que se pueden tomar sin problema, no os vais a poner malos! jeje). Y a medida que se acerca la noche, la vida crece y crece de forma incesante. Se llena de ricos puestos de comida, con sus divertidos e ingeniosos vendedores, que hacen todo tipo de chistes en todos los idiomas con tal de conseguir un cliente, vendedores ambulantes, algunos bereberes, pero sobre todo… música, colores y olores.
Pero cuando realmente merece la pena ver y vivir la plaza es al caer la noche. Ahí es cuando nos muestra su mejor cara. Aquí, una imagen de mi estancia en Marrakech el pasado verano 2013 y la de este año.


Y en el mismo corazón de esta plaza se encuentra el laberíntico zoco de Marrakech. Visita obligada para todos los que visiten la Ciudad Roja.
El paseo desde la plaza hasta la Koutubia está lleno de carruajes de caballos, tan representativos e identificativos de la ciudad roja. Yo el paseo me lo di el año pasado, así que no repetí. Y la mezquita, esa preciosa réplica de la Giralda de Sevilla, embellece la ciudad, tanto de día como de noche, y cuenta con unos pequeños jardines adyacentes que invitan al paseo y el descanso.
Pero aunque la vida y el movimiento en Marrakech se concentre en estas zonas, hay otros lugares que bien merecen una visita:
– Los jardines de la Menara
Los visité el año pasado bajo un horroroso y sofocante calor. Los jardines repletos de locales haciendo picnics, y buscando cobijo bajo la sombra de los árboles. Sin embargo este año el paseo por los jardines y su enorme lago se hizo mucho más cómodo, aunque con el fresquito propio del mes de diciembre, casi no había gente. No considero que sea visita obligada en la ciudad, pero oye, tampoco está de más hacerle una visita. Y en el exterior podrás dar un divertido paseo en camello, o simplemente sacarte una foto con alguno.
– Los jardines Majorelle
Deben su nombre a su diseñador, el francés Jacques Majorelle y desde la década de los 80 son propiedad de Yves Saint Laurent. Cuenta con especies vegetales de todos los continentes y cuenta en su interior con un pequeño museo de arte islámico (se paga aparte, 1, 5 euros aprox.). La entrada a los jardines cuesta 30 DH (unos 3 euros).
La visita merece la pena. Al menos para mi, cuando en pleno mes de agosto de 2013, me moría de calor en Marrakech. Visitar estos jardines fue un alivio al intenso calor.
– Las tumbas saadíes
No son nada del otro mundo, pero están muy céntricas y la entrada son sólo 10 DH (1 euro), así que.. ¿por qué no dedicarle media horita? Es un sitio pequeño, un patio al que se accede por un estrecho pasillo, y en el que se dice que hay más de 100 tumbas. Merece la pena su arquitectura.
– El palmeral y sus camellos
Una de las zonas más pijas de Marrakech. Grandes resorts, pistas de golf, etc… Como reclamo turístico, dada su ubicación (algo alejado del centro de la ciudad) en mi opinión no merece la pena la visita, salvo que tengas el ticket del bus turístico, que te lo incluye. Se trata de un terreno enorme con miles de palmeras, y donde tendréis la oportunidad también de a lomo de un camello.
En mis dos visitas siempre he dejado fuera la Medersa Ben-Youssef. La verdad es que en las fotos luce muy bonito, pero tampoco me ha despertado gran interés, y aunque la entrada no es muy cara, no me he decidido nunca a ir. Puede que para una próxima ocasión 😉
Excursiones:
Desde Marrakech parten algunas excursiones realmente interesante. Tanto el año pasado como éste, visité el Valle de Ourika y sus 7 cascadas, Ourzazate y la Kasbah Ait Ben Haddou. Y en 2013 hice también desde Marrakech, las Cascadas de Ouzoud y Essaouira.
Este año en el Valle de Ourika no pasé de la primera cascada, aparte del frío que hacía y del esfuerzo físico que requiere (como ya os conté el año pasado), lo cierto es que encima las recientes lluvias habían deteriorado un poquito el terreno, así que nos aventuramos sólo hasta la primera y más visitada de las siete cascadas del valle.
Otra de las excursiones que ofrecen desde Marrakech es la de Ourzazate y la Kasbah Ait Ben Haddou, que ya visité el año pasado, haciendo noche a los pies de este monumento Patrimonio de la Humanidad. Sin embargo este año fue una excursión de ida y vuelta en el mismo día. Locura. Sí, sí, una auténtica locura. 8 horas de carretera en total y una reventada en toda regla. No lo volveré a hacer jamás. Eso sí, en 4 días no teníamos más opción. Mi consejo es coger más días y dedicar al menos dos a esta excursión o incluso dedicar 4 días al desierto, que bien merece la pena y está en mi lista de próximas aventuras jeje
En Ourzazate visitamos uno de los estudios de cine que se encuentran en la zona, y es que allí se han rodado infinidad de películas. Pero si algo me llamó la atención fue ver (a lo lejos, no nos dejaron acercarnos) uno de los platós donde se rodaron algunas de las escenas de la última temporada de Juego de Tronos!!!!!
También vimos (aunque sin entrar) la Kasbah de Ourzazate:
Y uno de los mayores tesoros de Marruecos, su Kasbah Ait Ben Haddou, este año algo deteriorada por las fuertes lluvias.
Excelente post para un excelente lugar. Volvería a Marruecos una y mil veces!!
Un abrazo!!
Gracias familia! la verdad es que Marruecos tiene mucho que ofrecer!!
Bonito post, me he puesto nostálgica al recordar Marruecos y la fascinante plaza de DJemaa el Fna… Mis tres viajes a Marruecos han sido probablemente los más divertidos de mi vida y Marrakech ya vale la a pena solo por su ambiente mágico en la plaza y la medina. Saludos 🙂
Totalmente de acuerdo Ani, veo que eres otra enamorada de Marruecos!! mi asignatura pendiente es meterme en el desierto, a ver si para un próximo viaje puedo hacerlo! jeje
Dices que la Koutubia de Marrakech es una preciosa replica de la Giralda de Sevilla, y eso deja y eso deja entender que La Giralda fue la primera en construirse cuando es exactamente lo contrario. Hay un siglo de diferencia entre las dos!